sábado, 05 de julio de 2014
Sobre la base de ciertos procedimientos generales, el tratamiento del cáncer de próstata es distinto para cada persona, ya que depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, de la edad del paciente y de su estado de salud en general. En cada caso se combinarán las opciones más adecuadas. Cirugía: La cirugía para tratar el cáncer de próstata varía desde la resección de una sola parte de la glándula hasta la extirpación de toda la próstata y de los ganglios linfáticos circundantes. Prostatectomia radical: Consiste en la extirpación de la próstata y parte del tejido que la rodea y se lleva a cabo sólo si el cáncer no se ha diseminado fuera de la próstata. Es posible que en algunos casos de cáncer de próstata avanzado se indique la extirpación de los testículos (orquidectomia). Teniendo en cuenta que el cáncer de próstata es hormonodependiente (aumenta de tamaño por efecto de determinada hormona), es necesaria la extirpación de estos dos órganos, los principales productores de la testosterona (hormona masculina). Los principales efectos colaterales de la extirpación de la próstata son la impotencia (incapacidad de tener o mantener una erección) y la incontinencia urinaria (incapacidad de controlar la función urinaria). Generalmente son temporales, pero en algunos son permanentes. Resección transuretral: Consiste en la extirpación del cáncer empleando un instrumento que se introduce en la próstata a través de la uretra. Esta operación se hace a veces para aliviar los síntomas causados por el tumor antes de aplicar otro tratamiento ó en los hombres que no pueden soportar una prostatectomia radical debido a la edad o a otra enfermedad. Criocirugía: Es un tipo de cirugía en la que el cáncer se destruye por congelamiento. Otras terapias: Además de la cirugía, para tratar el cáncer de próstata pueden indicarse una o varias de las siguientes terapias:
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